Los Cielos dibujaron nuestra cara
buscando límites al alma
buscando límites al alma
Te regalo mis dos flores, Ch. Manson,
mientras miro tus benditos ojos
Solo necesito esconderme
bajo tu espesa capa de sangre
mordiendo como un niño el símbolo de tu frente
(los murmullos se rozan en mi cabeza)
Escondiéndome entre los sinuosos miedos. En la verdad que se
alimenta de todas mis mentiras. Abstractas melodías sangran con la música del
único Dios. Y el mal me azota como un viento que se frena en mi huida ¿Que
puedo hacer cuando el viento ya no me persigue? Que no huele mi rostro en la
purpurina que derramo, cuando mis alas se descomponen como cera, y yo atrapado
en la red de mi negra araña. Tiemblo mirando sus ojos. La oscuridad del cielo
es el día de mi locura.
(dame tus besos en esta
noche de ensueño)
Me he hecho tan pequeño como mi olvidado testamento. Apenas una diminuta herida.
Más allá de la media noche aún respiran los monstruos. Los escucho envueltos en su arrogancia. Amigo, no te destaparé más mis intrigas. Recordaré la última visita que me devuelva al pasado.
Te regalo mis dos flores
Una, es el reflejo de tu noche
La otra, asfixiándose en el final de mi lúgubre día
¿Acaso me dejarás morir sin haber conocido la mirada de un gato?
¿Sin saberte?¿Acaso me dejarás morir sin haber conocido la mirada de un gato?
don dumas
la mentira tiene su precio
ResponderEliminarel sonido tiene su precio
la calle, la ciudad, el mundo
el consuelo, la diferencia, la herencia
tienen su precio
El absurdo nos come el terreno
la idolatría, el egoísmo, la idelología
todo aquello que ruge
tiene su precio
El de ser un maniquí de escaparate
Desgarrados e impactantes versos, esas reflexiones que llegan cuando no es el cuerpo el que está vencido... El alma grita.
ResponderEliminarMe encantó.
Mil besitos y feliz finde, amigo mío.
Hola Auroratris. Y recogemos los gritos del alma para hacerlos eco en nuestro laberinto. Un placer que te gustara este poema. Y tu hermosa visita amiga mía. Siempre.
EliminarBesos y feliz finde.