“ y pesan más que rocas mis queridos recuerdos”
Baudelaire
Ellas aun no sabían como el humo crece
Y lo que permanece sereno, siempre permanece
Ni el silencioso aire borraría el sendero ya pisado
Ni el dramático fuego quemaría las cenizas del amado
Ellas, solo ellas, existen sin saberse en un paraíso de
miedo
acariciando el néctar con su manos, tan cercano
que apenas caben sombras entre los hilos de sus dedos
No existe verbo tapando su oscuridad
¿Cuánta inocencia etérea alimentó con sus dudas la maldad?
Promesas ciegas como la noche escondidas
hablaban adivinando el broche de su muerte inerte
pariendo de su vientre la soledad…
Sobre la tumba que guardan los amigos
se dibujan espectros de mariposas
aún luminosas aridan el aire en el adiós de su vuelo
desapareciendo en la blanca llanura de la hermosura
Un hombre de mil caras en sus ojos
creando el gris momento del tormento
las despierta en su sibilina guillotina
don dumas
Este blog, el tuyo: un paraíso abierto a cualquier lector de poesía. No es habitual.
ResponderEliminarEnhorabuena.
hola Pitt. Agradecerte tu visita. Pero mi blog es solo una pequeñita o minúscula isla. Un placer y honor tenerte en mi blog.
EliminarUn abrazo
Hay veces que la muerte es sólo una separación momentanea y aparente...
ResponderEliminarHoy me quedo con estos dos versos que me conmueven por demás:
"(...)
Ni el silencioso aire borraría el sendero ya pisado
Ni el dramático fuego quemaría las cenizas del amado
(...)"
Un beso.
Hola Alma. Que bueno que te haya gustado. Y como lo dices.
EliminarMe encanta siempre tu visita.
Un beso
Nada borra lo vivido... Y el recuerdo lo es aun cuando ya no exista quien lo alimentaba.
ResponderEliminarUn lujo leerte, siempre.
Mil besitos, don dumas.
Hola Auroratris. Que hermosa presencia son tus palabras. Eso si es un lujo!
EliminarBesos.
Tiene la reminiscencia de la huella dejada, de la energía que queda una vez que ya alguien no está más en nuestra vida. Sin embargo, su aura llena los espacios durante mucho tiempo. La oscuridad a veces es la trampa para no dejarnos caminar, el miedo atenaza.
ResponderEliminarEn tu poema está todo esto, toda la reflexión de la vida y la casi imperturbabilidad de las rocas como observadoras del transcurso de la vida.
Un beso!
Hola Luna. Las reminiscencias se petrifican con el Tiempo y en el tiempo. Y dicen que las rocas no tienen vida! Pero si memoria. Un gusto siempre leerte.
EliminarUn beso