22 Agosto 2018
En tutela de tu premonición
he transitado un segundo en la
blanca tierra
Un segundo regalado a
mi eternidad
Tiempo que tarda la oscura nube en
cruzar mi destino
Ahora soy un niño andando con pies
desnudos
Me siento cansado, descansaré sobre
mis sentidos
abrumados bajo la prolífica cascada
que no se agota
respirando un aire insólito
El aire que nadie respira, ni los
propios ángeles
Atrás queda el fuego de las palabras
Abrasando todos los puentes
Evitando que nada llegue hasta mi
¡Que nadie en estas ruinas me
encuentre!
Deambulo por este mundo de sombra
de castillos
Donde no duermen ni la roca ni el
silencio
Donde se espesa la sangre y el
ruido se apaga
Se hace espuma y broca el camino
sigiloso de mi pensamiento
Bruma que se esconde en mi
cuerpo
rozado por unos efímeros dedos
mojados
Persa línea dorada de enjambre de
dudas
Enjauladas por mi amor fantasma
Atraídas por tu premonición
don dumas