La antipoesía me rezaSoy sus escombrosMe regala su áspera sobriedadMe inyecto su morfina
Evitando los ariscos latigazos a JesúsExtraviado en su perverso encuentroHallo nuestro desencuentro
No arrancaré la flor escondida entre las sombrasNuncaPero entiendo tu dedo apuntando sobre mi mejilla
renegando de mi
MIS ANTIVERSOS
Me siento un esqueleto vacío. Con miedo a sincerarme
con la noche eterna. En su silencio.
Solo espero un simple beso escondido en su jardín. Bajo la luna serena.
Crecientes mis lágrimas cruzando mi anegado despecho. En su imagen ahogada.
Es la Resurrección del imperativo de mi muerte.
Y se difumina entre salinas y savia.
En tu cabeza, escuálida y triste sirena, fluye el universo estéreo que en mi
mente explota. Una dulce siembra. Se aparean millones de crisálidas. Al clarear
el hambre. Rompen la fatigada noche. Abren sus broches, liberando oscuridad.
Escupen letras apócrifas incinerando las lenguas. Solo se percibe el olor de
mis ideas quemadas. Hay fuego en mi ADN.
Aquellas hojas secábanse en una imagen, penetrando su forma.
Tiemblan de celos solo rozarlas.
Las grutas, destruyéndose en su profundidad.
Visiono la virgen ignominia visitándome.
Vestida
Las túnicas rojas tapando la visión
En tus ojos de incrustado mundo.
Hará mi confesión
Libre de hombres sordos, discernir el mar que aguarde mis cenizas.
Existe una parada en el milagroso bosque sin habitar.
En un cascabel germina su ruido. Anticipa el paisaje amoldado a mis ojos
verdes. Moqueta de bellos gritos
Estoy tan arrostrado en este invierno que no cesa, que se
hacen mis llagas resina, sobre su duro frío, respirando los
cristales suspendidos en su aire, encharcando mis pulmones de frases que no
existen
Me vacío, destruyéndome en mi refugio, tan alejado, tan
apagado, como las cenizas que abrasaron el único sol sin rostro
El miedo se esconde en la curva de los huesos. Nacido en una estrella errante de mi sueño. No lo toco. Me devora en su
tríptica imagen
Es belleza lo que veo
Tanto dolor el que siento
Se aceleran las imágenes en mi cabeza. Eclosionan sobre mi espejo
Y se vuelcan en la idea que no me huye y me acorrala. Es un antes para ser un
después.
Una voz en su cercanía canta. Me arrulla. Canción de poesía solitaria. Es óxido
que me amarga. Desplazándose por mi yugular. Atormentando mi sed:
“Mañana es un soplo que no dejará nada atrás
Apenas un rastrojo ardiendo en tus
ojos
Un capricho asomado en el donde
Un calor que se vuelve frío
espejismo
Sólo allí espera la mujer vestida
de gasa
Negro sobre negro. Neblina que
escarcha en sed
Se esfuma en vuelo de un ave
que no fue cigüeña
En una bacanal sin regreso
Sin nada”
En esa nada que todo lo veo
Y todos los peces se hacen hombres, antes de morir, surcando
el mañana
Buscando la mentira, tropezando en la tormenta
Pero yo quiero morir estando desnudo don dumas
Versión: 9 Noviembre 2018
Sueños del Ser Desnudo
Estoy tan arrostrado en este invierno que no cesa
que se hacen mis llagas resina
sobre su duro frío
respirando los cristales suspendidos en su aire
encharcando mis pulmones con frases que no existen
Me vacío
destruyéndome en mi refugio
tan alejado, tan apagado,
como cenizas que abrasan el único sol sin rostro
El miedo se esconde en la curva de los huesos
Nacido en una estrella errante de mi sueño
No lo toco
Me devora en su tríptica imagen
Es belleza lo que veo
¡Tanto dolor el que siento!
Se aceleran las imágenes en mi cabeza
Eclosionan sobre mi espejo
Y se vuelcan en la idea que no me huye y me acorrala
Es un antes para ser un después
Una voz en su cercanía canta. Me arrulla