miércoles, 25 de diciembre de 2019

FUEGO

Abrí mis besos al fuego

Sus llamas son esquirlas

Soñando cielos que  ahora piso

A la muerte clavé mis cerezos

Su silencio haría pequeño al Universo


don dumas

jueves, 19 de diciembre de 2019

PLUMBEO

La verde silueta roza la calma que verde ama a la orilla sonando en sordos delirios con la desgarrada vida quieta entre cúmulos de todas mis sombras maquilladas por rayos torcos

don dumas

domingo, 8 de diciembre de 2019

ARDIENDO AL OTRO LADO

La presta guerra no mereció tanto honor, así hablaba mi visión
Gusanos de sombras mordían sobre el campo del horror,
paleando entre sonrisas arrancadas
Sus santas y vírgenes esperan de la muerte una única mirada
incrustadas en el despreciado dolor

Los muertos sueñan,
duerme la guerra,
en las alas del precipicio
Es extraño su carcomido color de zorro

Los adioses yacen encerrados entre matojos de escarcha
profundo el remar de las lilas acercándose al tormento
Suena tras la ciega espalda su estruendoso concierto;
las dudas flotan sobre ciénagas errantes, sobre flores que se marchan

Y se manchan con la sangre de un olivo
¡Marchitado aceite en los ojos de Eva!

Se rompe el frío al otro lado, crujen los témpanos al roce de miradas
su atracción gira sin escote deslumbrando sin alma
pasean sobre el destino las flemas del mal, erecta su calma
Hermosa presencia es la muerte, nos abruma, susurrante con sus pisadas

Flirtean sus blasfemias al calor de arbustos eternos
hijos del tercer padre alojados entre sus senos
¡cuánto ardía ese amor acariciando inservibles sus cenizas!
Solitarios los hilos se hacen soga, anudando lejanías, entre amarga luz nos desliza

don dumas



Boceto:

Nuestra guerra no merecía tanto honor
Gusanos de sombras muerden sobre el campo de batalla, los muertos sueñan
Duerme la guerra, en alas del precipicio
El solitario hilo hace su soga
Las personas de los últimos días prestan sus ojos
Observan, enganchados a los ojos del destino, la aguja hace sangrar los puntos grises del amor
Sus túmulos sombrean costas inalcanzables
Bajo sus cuerpos me hice al perfume de tu carne
Sentí el reino de la diferencia


don dumas