Sabéis voces escondidas que os escucho
resonando en los inesperados surcos
Donde se encuentra el destino
¿Por qué me pedís refugio?
Mi muerte aquí es segura
Necesito aprender a ser Dios
Acelerando escalones
Metamorfosis
Aún no se cantar, aún soy el ciego
Caigo sobre acero todas las mañanas
Muerdo los huesos del tiempo
Y el veneno exhausto se clava en mis costillas
¿No veis que vivo de rodillas?
Pero oigo tus súplicas ateridas
clamando oscuras sinrazones
Te deslizas Anael sobre cualquier poro
Atraviesas mi hastío
Escuchando tu voz es cuando siento frío
don dumas
Son esos ecos que claman aun viendo el final...
ResponderEliminarMil besitos.
Hola Aurorstris. Gracias por leer estos ecos y visitarme.
EliminarBesos
Don, es un poema tremendo,oscuro, con ese punto tan tuyo de desolación pero,con una fuerza tremenda.
ResponderEliminarMe encanta como escribes. Cuando te leo me veo envuelta por el clima que vas creando y que se siente con tanta intensidad.
Hola luna. Me es tan grato que te lleguen estos versos como lo describes. Merece la pena escribir. Ya lo creo. Gracias!!
EliminarUn abrazo
Y esas voces escondidas crean un escenario electrizante que atrapa mi lectura hasta el final.. Y en esa maraña de sentimientos convulsos aludes a Anael: fantástico!! Seguro que esas voces son más dulces con él. Nunca dejas de sorprenderme. Adoro tus letras. Felicidades Don Dumas. Besoso!!
ResponderEliminarHola Marisa. Gracias por tu halagador comentario. Pero soy simplemente un ciego en un mundo repleto de ojos. Muchos besos
EliminarHay voces que se incrustan en las entrañas, que las sientes regurgitar desde lo más profundo, esas que claman luz de entre la oscuridad…
ResponderEliminarMuy intenso y profundo, querido amigo. Un placer siempre leerte…
Bsoss, y feliz noche.
Hola Ginebra. Es un placer que te guste y me comentes como lo haces. Me encanta tu voz.
EliminarUn beso