26 sirebilo 2020
Imantado en la sublimación de una
esquina reversible, hoy reposo.
Sublime.
Encantado por unos ojos. Por una
mirada fatídica, única y finita.
No me corresponde poner medallas.
No, hoy las quitaré.
Las arrancaré con la fuerza de un
muro que cae, aplastándolas en su caída.
Con la rabia de un tiburón
mordiendo sin cesar a mi cándida presa.
Muerdo y padezco.
Morderé, surgiendo de mi espeso
letargo, todas las armaduras.
Morderé las debilidades que bailan
al borde de la fina línea de la vida.
Quiero hacerlo todo, quiero hacerlo
yo mismo.
Si eres débil, busca ese camino
hacia el infierno del mundo.
En línea recta. No serpentees ni
zigzaguees.
Suena como una campana. Reluce como
una trompeta. No estorbes.
Morderé el tiempo apático, mientras
muere en el ocio parsimonioso.
Descrito en ese semblante que se
reúne en una mesa de turbias decisiones.
Con ojos de pez ¡Huid sin temblar,
sin mirar atrás!
Pues buscaré vuestro exterminio.
Vuestra soledad.
Esa es mi deuda con vosotros:
morder el único pensamiento.
don dumas
Siento esa lucha por resurgir de unas cenizas, sean las que sean,pero, la fuerza que tienen tus palabras derriban todos esos muros. Muerden y desgarran!
ResponderEliminarMe ha encantado,es una especie de himno y de resurgimiento!
Un abrazo!
Hola Luna. Esa lucha diaria buscando no caer ni llegar derrotado finalizado el día. Y ayudándonos con nuestra fuerza interior que no se ni de donde puede salir a veces... Lo has definido perfectamente: lucha. Que bueno.
EliminarUn abrazo¡¡
Es desgarradora esa forma de afrontar la vida. Pero me quedo con esa vía de escape que describes al inicio del poema en "esa esquina reversible donde se haya el reposo". Porque la vida unidireccional es tormentosa y siempre necesitamos salidas. Qué intenso placer leerte Don Dumas. Besos.
ResponderEliminarHola Marisa. La vida unidireccional es tormentosa como la misma cobardía. Viaja en linea recta, unidireccional y evidentemente no lo hace sola y además lo hace escondida. Es un placer que me leas. Excelsa tu visión. Besos
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