Viajes de tierra, color de bronce seco
Limusina recorriendo viajes desolados
Una ruta lejana de voces que no se escuchan
Acaso en tu más allá, transportando herencias de oscuridad
Impregnadas en cantos, en tormentas de notas mortales
Entre ecos durmientes en las sienes del crepúsculo
Nadan serpientes acomplejando las malditas venas
En la volátil crueldad que dichosa observa:
Niños balanceando su columpio, allí, en el jardín perdido
Cargando en su ternura el peso que les aterra
Mueven sus manos, con el ritmo de la parsimonia, entre su apretado pecho
En la hora elegida de enterrarlos
Se derrama en sus cuerpos arena del invisible desierto, tan fina como la nada
Se aproxima a las caras, la Virgen alada
Alargándose en el dolor; su comienzo es tórrido
El inicio inesperado
En la hora elegida de enterrarlos
Se derrama en sus cuerpos arena del invisible desierto, tan fina como la nada
Se aproxima a las caras, la Virgen alada
Alargándose en el dolor; su comienzo es tórrido
El inicio inesperado
Marcan redondas llagas en las paredes el momento helado
Son ocho minutos sin deuda, creyendo ver bajo el cemento
Sumergida la esperanza entre esmeraldas
Tapiada en su velo dorado
Sobre lúgubres sábanas verdes, donde su cielo fue robado
Son ocho minutos sin deuda, creyendo ver bajo el cemento
Sumergida la esperanza entre esmeraldas
Tapiada en su velo dorado
Sobre lúgubres sábanas verdes, donde su cielo fue robado
don dumas
Me pareció sentir lo fúnebre de la despedida, el tiempo y la arena son sábanas que cubrirán la esperanza dormida.
ResponderEliminarMil besitos con cariño, don dumas.
hola Auroratris, pretendiía hacer una dedicación al tiempo perdido de la infancia. Esa si que es una despedida. Y de las que no regresan. Solo en nuestros recuerdos, en nuestra mente....y yo la mantengo en esos ocho minutos....
EliminarBesos. FEliz tarde
siempre es un placer tu visita. Y Tus aportaciones. Gracias
EliminarEs un poema desgarrador que va ahogando entre el dolor y la agonía a quien comprueba en un pequeño instante el eterno adiós.
ResponderEliminarUn abrazo grande y feliz fin de semana.
Hola Raquel. En ocasiones un pequeño instante nos puede desarmar. Me alegra mucho tu visita. Es un placer.
EliminarUn abrazo grande. Feliz fin de semana.
Confieso que en una primera lectura no comprendí el mensaje, así que,me dejé llevar por tus palabras. POco a poco fue cobrando sentido y surge el poema en todo esplendor. Como bien le dices a Auro, la despedida (cruel,porque ya nunca volverá) de lo que fue. Ese tiempo sagrado que es irrecuperable. Y lo revistes con palabras que son como cuchilladas. No hay vuelta atrás.
ResponderEliminarMuy hermoso y desolador.
Un beso.
Hola Luna. Siempre agradezco que me lean. Y aguantarme la primera lectura, a veces, debe ser complicado. Y tú lo haces perfecto con mis poesías ( tan fuera de sí en tantas ocasiones) Pero no puedo evitarlo. Lo he intentado, pero.....tengo que dejar llevarme. Siempre digo que la poesía da muchísimas gratitudes y placeres, si, pero también me genera ¡tantas dudas...!
EliminarGracias Luna por tus comentarios.
Besos