He escondido el revolver
con el que reclamaba asesinar
mis sentimientos
Me encontré con Baudelaire
Y me ha disuadido
cuando asomó el profundo pozo de la noche
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No estaba sólo
Los cisnes y los albatros le acompañaban
Hemos cruzado juntos la ciénaga
y el charco que ahoga mis impulsos
Ahora mi cabeza
es pisoteada
sólo por las palabras
Palabras malditas
salpicando mi adorada camisa negra
don dumas
Me encanta
ResponderEliminarGracias por leerlo y por tu comentario.
EliminarDe lo poco que he leído del Simbolismo, tú me lo has transmitido todo :)
ResponderEliminarEl poema está inundado por ese "ennui", esa apatía por la vida que caracterizaba al movimiento.
¡Gracias por compartirlo y dejarme aprender de gente como tú!
Gracias a ti por tu maravilloso comentario. :)
EliminarPor cierto. Yo si aprendo mucho de ti
EliminarLos poetas malditos
ResponderEliminaratrapan la carne
será que saben más que nadie del averno
que el olor de los jazmines
sucumbe ante el humo de una pipa de opio
bueno ni caso yo a estas horas me vuelo a ni se donde
un beso ...sin don y con él
Yo a veces respiro del humo que desprende el alma cuando se encuentra en el nirvana tentador.
EliminarBuena hora para viajar y gracias por acompañarme...un beso