Aun así, me desperté envuelto por un oscuro misterio, en un tiempo que no era mio.
Lejos del sudor de los días. Imperceptible al tacto de las ánforas celestes, aun siendo su guardián.
Había unos ojos. Brillaban plenos de tristeza. Estremecían.
Eran de mujer; un matiz brotaba de ellos, como en gritos.
El dolor, en los ojos de una mujer, asoma tan grande que hace sombra a la luz del sol.
De ahí la oscuridad.
Y cayó la noche, bajo el peso de los escritos que hablaban de ella.
don dumas
Aurore-Lephilipponnat
Las letras no dejan de brotar de aquellos que danzan entre los sueños… Ese deambular que nos arrastra matizando sentires que desean ver y sentir la luz, más allá de la espesura...
ResponderEliminarUn placer volver a leerte tras días alejada de mis blogs.
Un abrazo, querido amigo.
Hola Ginebra. Me encanta volver a verte y saber que seguiremos disfrutando de tus maravillosas letras. Estas nunca dejarán de brotarnos.
EliminarUn abrazo amiga.
Qué belleza, cómo me gusta también tu prosa, como te metes en los entresijos de los sueños, que se confunden con la realidad ( o no?) qué belleza la descripción de la mirada. Qué intensidad más rotunda la de la frase que cierra este texto.
ResponderEliminarEs el comienzo del amor? Es el comienzo de la historia aún no vivida? Es el comienzo de un camino?
Quién sabe.
La profundidad de tu soliloquio nos deja atad@s, nos hace sumergirnos en los nuestr@s propios.
Un beso!
Hola Luna, quien sabe...
EliminarLo que si sabemos es que los comienzos, cualquier comienzo, carece de claridad, lleno de confusión y por supuesto sumido en la oscuridad. Así son hasta que amanece....
Tú siempre me dejas sin palabras
Un beso!
Es verdad, tienes razón, todos los comienzos carecen de claridad, y además, hay una especie de vértigo anticipado...
EliminarUn beso!
La inmensa tristeza de unos ojos de mujer han oscurecido el horizonte y al mismo tiempo han iluminado el Alma del poeta.
ResponderEliminarPreciosa prosa poética. Saludos.
Hola Galilea. Precioso tu texto. El Alma de poeta aun intenta descender del mundanal ruido sin arañar letras
EliminarGracias por tu comentario y tu visita
Saludos
Surgió de entre la oscuridad su alma triste tras alumbrar el horizonte sus ojos tristes de mujer. Que belleza de poema querido dumas.
ResponderEliminarAbrazos a la distancia.
Hola Ani. Si hay un horizonte apagado es porque no hay brillo ni luz en esos ojos de mujer. Me encanta tu visita. Gracias por leerlo
EliminarAbrazos!
Me encanta.
ResponderEliminarBravo.
Hola Pitt. Genial que le guste al misántropo.
EliminarUn abrazo genio
Muy bonito, tienes una especial sensibilidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Amapola. Gracias por tu bello comentario.
EliminarUn abrazo
Al leer este extraordinario poema recurren a mi mente dos palabras; traslación y transmutación.
ResponderEliminarEsa mirada impregnada de inmortal pesar, capaz de atrapar al poeta hacia otra dimensión y
mutar los elementos que la envuelven. Poderosos ojos de otro mundo.
Besos Don Dumas.
Hola Marisa. Poderoso y halagador es tu comentario. Como todas tus intrigantes letras. Un placer siempre tu visita y tu aportación a mis letras.
EliminarBesos Marisa
Cuando la tristeza torna el brillo de unos ojos, la luz del sol se vuelve invisible. Muy bonito lo que has escrito, don dumas. Poético.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y muy feliz septiembre.
Hola Auroratris. Me encanta que te haya gustado este escrito
EliminarSiempre es un placer tu visita
Besos y feliz septiembre