Vive dentro de una muñeca sin ojos
Sentada cerca del río
Solo siente frío
El cristal oscuro la observa
Recitándole odas a solas
Ahora no nieva
Nació sin ser hija
Imbuida de ruidos
Crece bebiendo de su vasija
Cubiertos de noche sus pies
Nunca los ve
Desea volver para no ser vista
Volver al lugar del no ser
Un ejemplo sublime de nuestra sociedad decrépita. Extrapolable a tantos ámbitos... Que cada uno haga su apuesta. Me encantaron tus reflexiones. Besos!
ResponderEliminarComo dices Marisa, que cada uno haga su apuesta. Gracias por tu comentario . Besos
EliminarLa muñeca somos nosotros :/
ResponderEliminar¡Muy bueno, como todos los demás! :))
Gracias por leerlo y por tu generoso comentario.:))
ResponderEliminarEn ese lugar, alejada del ruido. El alma bebe de su propio sino... lejos del precipicio...cerca de su abismo.
ResponderEliminarMi abraz☆
Muy cerca del abismo. O en su propia espesura. Se confunde. Gracias por tu comentario. Un abrazo
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