En sus débiles claros
Y en sus largas larvas enfrentadas a lujurias,
toco a la muerte
Simbiosis
Tañidos que envuelan mis venas
Vuelos sostenidos en tormentas de sangre y esperma
Juegos de ciegos
al albor de un negro cuadro que me habla
con sus rotas telas de lienzo perdido
Trémula, líquida y vaporosa
la profunda raíz de la rosa
¿Y a ti?¿nadie te roza?
¿tan solo mis manos virtuosas de excesos?
Aún me calma aquella serpiente imaginada,
reptaba sobre la sangrada nieve
Aun hoy balancean sus tumbos en mi desconocida hora,
tránsito macabro de olas cansadas, el peso de mi nada,
las vacías huesas del infinito
Soy una sonrisa hacia el adiós,
¡ábreme tus puertas!
Cerrando los ojos, se adivinan, pálidas
sepulcrales y urdidas en manchas,
alargadas gasas de injurias
El viento y el olvido las cerrarán
Hoy dormitas hundiéndote en mi regazo
Hoy me buscas en los tiernos avernos,
tus labios pintados de mármol doloroso
Y yo adorno la belleza de tu rostro
¡que sea solo mía!
admirada muerte
En tu habitación de la noche...¡reviento!
Sobrevive mi instinto
don dumas
"envuelan" no es una palabra que exista, solo en mi imaginación, como un vuelo que desciende de un más allá, un tránsito dulce e impalpable entre el ahora y la nada.
ResponderEliminarNo dejaremos de ser Pequeñas cosas...por ello