Pequeña gozosa, mi adviento morado,
tú bebiendo del pánico del estanque, de sus aguas ponzoñosas. Clavando retinas mortuorias
sobre su falso verde y mal oliente.
Me llegan en oleadas, surgidas desde tu inexorable abismo, tus palabras ofensivas.
Me llegan en oleadas, surgidas desde tu inexorable abismo, tus palabras ofensivas.
Copan de salitre mi mansa llanura y construyen picos en tus dientes.
Zozobra la mirada de tus ojos
negros buscando la fe en las manos de un esclavo.
Y ellas no dejan embaucarse.
Solo a mi me adoran.
Pensemos que tu cielo oscuro tapa el devenir de tu diablo, desdichada niña
maldita, habitando tu poca saliva, donde lo ruges.
¡Mira! la mansión de los placeres, habitada con la fina piel de mi vasto recuerdo, se derrumba.
¡Huye, oscurecida bruja! que ya no eres siquiera pesadilla.
Los ojos negros no eran negros, solo eran muerte arrastrándome al olvido.
Disfruta esos momentos de trágica llanura.
Disfruta y duérmete con la oscuridad que te ofrecerá mi noche.
¡Mira! la mansión de los placeres, habitada con la fina piel de mi vasto recuerdo, se derrumba.
¡Huye, oscurecida bruja! que ya no eres siquiera pesadilla.
Los ojos negros no eran negros, solo eran muerte arrastrándome al olvido.
Disfruta esos momentos de trágica llanura.
Disfruta y duérmete con la oscuridad que te ofrecerá mi noche.
don dumas
Quiero salir de los secretos, introduce el apocalipsis en mi agujero, la torpe realidad ahora viaja tan lejos que es tan solo imaginación. Quiero salir de la fantástica ilusión hasta ese paraíso que ya no asoma. Una voz me avisa de que ya no existo. Tal vez, no escucho ni el silencio.....
ResponderEliminarMe dice que la historia se repite, pero es la vida la que se clona y se clava como un olivo imperecedero en esa tierra que nunca se pisa.
Somos cada una de esas miradas que sucumben desde la oscuridad quizás desde su propio auxilio por despertar de la noche.
ResponderEliminarUn placer adentrarme en tus letras y el profundo sentir que hay tras ellas…
Un abrazo grande, querido amigo.
hola Ginebra. Y esas miradas nos pueden herir o nos pueden elevar.
EliminarGracias amiga, me gustan las lecturas que haces de mis escritos
Un abrazo grande!
La noche es una visita que puede sorprender... a veces, mansa niña, otras, negra mujer... la noche nos mira y nos encuadra bajo su parecer.
ResponderEliminarUn lujo de oscuridad, don dumas.
Mil besitos con cariño y feliz noche.
Hola Auroratris, y que la noche no me visite con su mirada de ojos negros, aquella que todo lo atrapa, hasta la inmensa luz.
EliminarPreciosa tu visita y tu lectura. Verdadero lujo para mi.
Besos, Feliz noche
La noche aveces da vida o muerte en la oscuridad. Noche de mil caras que me sorprende al leerte. Saludos amigo.
ResponderEliminarMil caras que nos sorben con su voraz aliento. Ojos que dejaron de brillar en una cascada olvidada del firmamento
EliminarSaludos amiga