18 Junio 2017
El letargo extenso me tenía atrapado en el hueco del laberinto
Del que salir no sabía
Quizás tampoco
quería....
Dime ¿Acaso tú
podrías entender que se puede vivir encerrado en una botella?
¿Existiendo el
Océano?
Y esa voz profunda,
cautelosa y divina, que te avisa sin prisa para abrir tus ojos llorosos
Esa voz que no
destruye
Acompañada de la
fragancia que te indica que eres Tú
Pierdes de vista la mano que te dice adiós
Y encuentras tu
lloro cristalino que te vuelve a acompañar
Adiós noche. Llega
el día
don dumas
Muy bello!
ResponderEliminarGracias por leerlo.
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