De sus amarillos dientes, el veneno expulsa
Me habla el diablo con la música de sus ojos
¡Que una única palabra remueva el mundo! ¡Muerte! En el irascible Universo
¡Que una única palabra remueva el mundo! ¡Muerte! En el irascible Universo
¡Que os llene de terror y desesperanza!
Muerte, muerte, rémora escrita entre los pasos hundidos del hombre tosco
Pero tarde, he llegado tarde hasta los riscos del apoteosis, el olor rancio del viento me avisa
Mi respiración ha encallado entre suspiros maltrechos, entre los cuernos renacidos del diablo
Su lívida mirada me llena de su odio, entre besos de otras vidas
Marchitado el crepúsculo, machacado en mi rincón, preso de sus alegorías