Juntos
diseñamos nuestro mundo
sobre
líneas rectas de colores
con
sonidos estridentes
surgidos
de la nada.
Unidos
traspasamos
muros infranqueables
con la
inocente imaginación
surgida
en los días sin tormentas.
Descubríamos
que lo finito
no
tenia fin
y que
todas las caras su espejo la retienen.
Sin poder
esperar a que la puerta se abriera
pasábamos
envueltos en la pasión
del
futuro que nos esperaba.
Y en la
brillante luna llena
de
premonitorio Agosto
vislumbramos
los ojos de nuestra hija.
No
encontré el amor hasta que tus besos descubrí
Aquellos
que fundieron tu espíritu
en mi
carne.
don dumas
